"... En los minutos de la arena creo
sentir el tiempo cósmico: la historia
que encierra en sus espejos la memoria
o que ha disuelto Leteo. ..."
Jorge Luis Borges

jueves, 3 de mayo de 2012

El Tercer Mundo



Proceso de Descolonización

La descolonización constituye el proceso histórico por el que las colonias de Asia y de África alcanzan la independencia política tras la Segunda Guerra Mundial, durante los años centrales del siglo XX, y supone la desaparición de los imperios coloniales occidentales constituidos en la época de la expansión colonial europea. Tras la Segunda Guerra Mundial, en la inmediata posguerra comienza a desarrollarse y actuar un conjunto de fuerzas y factores, que constituyen las causas y fundamentos de la descolonización en la época actual, influyendo directamente en el origen y aceleración del proceso, y que crean una situación propicia para su iniciación.
La lucha anticolonial se vio favorecida por la debilidad militar y económica de las potencias colonialistas al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Las potencias priorizaron la reconstrucción de sus economías en el área metropolitana.
Los pueblos afroasiáticos colonizados; fueron adquiriendo conciencia de su situación y organizaron su resistencia contra la dependencia colonial, manifestada desde la hostilidad de las poblaciones ante el predominio europeo hasta la organización de movimientos de lucha antioccidentales, con la formación de partidos nacionalistas de acción política a favor de la independencia.
La lucha anticolonial no se llevó delante de la misma forma en todos los países. En algunos el conflicto se resolvió de manera violenta, al cabo de una guerra, como en Indochina o Argelia, mientras que en otros no se generalizó el uso de las armas, como en la India.
La evolución de las ideas y de la conciencia internacional que se fueron mostrando opuestos a los abusos del colonialismo, contribuyó también de manera decisiva en la iniciación de este proceso. Existe el pensamiento occidental una tradición anticolonialista, manteniendo una común actitud crítica hacia el colonialismo en amplios sectores públicos.
El vínculo colonial desapareció en el plano político, pero no en el económico. En algunas ex colonias, las metrópolis conservaron sus influencias gracias a que lograron que algunas colonias se dividieran en varios estados en el momento de independizarse y además las economías de los nuevos Estados independientes eran muy débiles, no tenían desarrollo industrial, siguieron necesitando del aporte de capitales de los países centrales.
Además de los dos polos que llevaban al mundo a una confrontación Este-Oeste, había surgido una nueva realidad: los Países del Tercer Mundo. Su lucha por construir un espacio propio, independientemente de las dos alianzas militares, tuvo como resultado la formación del movimiento de los Países no Alineados. A este movimiento se sumaron los países de América Latina, que se habían independizado un siglo antes pero que compartían con asiáticos y africanos los problemas de la pobreza y la falta de desarrollo industrial.




“Tercer Mundo”

El término Tercer Mundo fue acuñado en los años cincuenta para referirse a los países de Asia, África y América Latina poco avanzados tecnológicamente, con economía dependiente de la exportación de productos agrícolas y materias primas, altas tasas de analfabetismo, crecimiento demográfico galopante y gran inestabilidad política.
Estos países, muchos de ellos recientemente independizados de las potencias coloniales europeas, se articularon políticamente en la Conferencia de Bandung en 1955 y en el movimiento de países alineados. El Tercer Mundo de los países no alineados se distinguía así del Primer Mundo de naciones desarrolladas capitalistas y el Segundo Mundo alineado en torno a la URSS.
Aunque este término se sigue utilizando para designar a los países subdesarrollados, el concepto de Tercer Mundo se ha ido vaciando de contenido en un doble sentido. En el político, al desaparecer el bloque soviético, en el económico, al emerger países industrializados nuevos como Taiwan o Corea del Sur y los países petrolíferos de Oriente Medio.
Indicadores del  Subdesarrollo
Los indicadores que caracterizan a los países subdesarrollados, o en vías de desarrollo, como se ha preferido decir empleando una expresión más esperanzadora, son:
a) Baja renta por habitante. De la ínfima producción de estos países correspondería a cada habitante, en un teórico reparto igualitario, una cantidad mínima de bienes. Se dice que en el diálogo Norte-Sur las diferencias entre ricos y pobres se hacen cada vez mayores. ¿Es sólo un dicho o responde a un fenómeno real?
En 1980 en el primer puesto de la tabla de los países figuraba Emiratos Árabes Unidos con 30.000 dólares de renta per cápita, y Bhután en el último con 80 dólares. En 1997 Luxemburgo figuraba como país más rico con 37.000 dólares y Mauritania como uno de los más pobres. Estas cifras nos permiten llegar a tres conclusiones: las diferencias entre países ricos y pobres son abismales; esas diferencias no dejan de aumentar; algunos países pobres, como Mauritania entre otros, han visto empeorar gravemente su situación en los últimos años.
b) Subalimentación. Ingestión alimentaria inferior a las 2.000 calorías diarias y ausencia de proteínas y otros nutrientes en la dieta, lo que provoca problemas para el crecimiento de los niños. Intermitentemente, al compás de los vaivenes meteorológicos, hambrunas que diezman la población.
c) Alto crecimiento demográfico, provocado por la elevada natalidad, superior al 2% anual.
d) Escasa densidad de las infraestructuras. Inexistencia de una red de transportes moderna, de organización estadística, etc.
e) Predominio del sector agrícola, sin mecanización ni modernización de los sistemas de cultivos. Consecuencias: dependencia de las condiciones naturales; elevado empleo de mano de obra, que alcanza hasta el 50% de la población activa; trabajo precoz de los niños en labores agrarias, con perjuicio de su educación.
f) Industrialización mínima. Habitualmente de tipo extractivo (minas) o que exige empleo abundante de mano de obra. Dependencia del exterior, en cuanto a la tecnología y la comercialización de los productos.
g) Altas tasas de analfabetismo. Lacra prácticamente extinguida en los países occidentales, en algunos países del Tercer Mundo aún persisten índices que impiden cualquier programa de desarrollo. En Asia el 73% de Nepal y el 62% de Bangla Desh y Pakistán; en África el 86% de Níger, 69% de Sierra Leona, representan algunos de los casos más graves. En Mauritania el 62% de analfabetos ha podido ser uno de los factores en el empobrecimiento que hemos apuntado.
h) Carencia de cuadros dirigentes en la Administración y de técnicos en la producción.


“Teoría de la Dependencia Latinoamericana”
Se llama "teoría de la dependencia" a un conjunto de teorías y modelos que tratan de explicar las dificultades que encuentran algunos países para el despegue y el desarrollo económico. Surgieron en los años sesenta. Inicialmente se dirigieron al entorno latinoamericano aunque posteriormente fueron generalizadas por economistas neo-marxistas entre los que destacó Samir Amin, asociándolo al concepto de desarrollo desigual y combinado.
La dependencia económica es una situación en la que la producción y riqueza de algunos países está condicionada por el desarrollo y condiciones coyunturales de otros países a los cuales quedan sometidas. El modelo "centro-periferia" describe la relación entre la economía central, autosuficiente y próspera, y las economías periféricas, aisladas entre sí, débiles y poco competitivas. Frente a la idea clásica de que el comercio internacional beneficia a todos los participantes, estos modelos propugnan que sólo las economías centrales son las que se benefician.
Los mecanismos mediante los que el comercio internacional agrava la pobreza de los países periféricos son diversos:
·         La especialización internacional asigna a las economías periféricas el papel de productores-exportadores de materias primas y productos agrícolas y consumidores-importadores de productos industriales y tecnológicamente avanzados.
·         La monopolización de las economías centrales permite que los desarrollos tecnológicos se traduzcan en aumentos salariales y de precios mientras que en la periferia se traducen en disminuciones de precios.
·         La expansión económica tiene efectos diferentes sobre la demanda de productos industriales y la de productos agrícolas ya que su elasticidad respecto a las rentas es diferente. Cuando los países de la periferia crecen económicamente sus importaciones tienden a aumentar más rápidamente que sus exportaciones.
 Como consecuencia de estas ideas, los países latinoamericanos aplicaron una estrategia de desarrollo basada en el proteccionismo comercial y la substitución de las importaciones. A la vez, los bancos centrales latinoamericanos se esforzaron sobrevalorar sus propias monedas para abaratar sus importaciones de tecnología. La estrategia funcionó satisfactoriamente durante la década de los setenta en la que se produjo un crecimiento generalizado del precio de las materias primas en los mercados internacionales que influyó muy negativamente en las economías "centrales". Pero finalmente, la contracción de la demanda internacional y el aumento de los tipos de interés desembocó en la década de los ochenta en la crisis de la deuda externa lo que exigió profundas modificaciones en la estrategia de desarrollo.