"... En los minutos de la arena creo
sentir el tiempo cósmico: la historia
que encierra en sus espejos la memoria
o que ha disuelto Leteo. ..."
Jorge Luis Borges

viernes, 15 de junio de 2012

Peronismo


El Primer Gobierno de Perón 
(1946 – 1952) 
 El Primer Plan Quinquenal
El modelo económico iniciado en 1946 intentó dar respuestas a las demandas de los trabajadores y sectores de pequeños y medianos empresarios. Se trataba de un programa con el que el Estado planificaba la economía fijando los objetivos que se deseaban lograr en cinco años. Con ello procuró una mayor justicia social a partir de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y alentar el desarrollo industrial, procuró una redistribución de la riqueza, elevando el poder adquisitivo de los trabajadores, aumentando el nivel de empleo y los salarios. Además incentivó con subsidios la actividad industrial, favoreciendo la creación de nuevas industrias y ampliando las ya existentes. Este modelo se basó en el aumento del consumo interno incentivado por las mejoras salariales otorgadas.
El Estado fue haciéndose cargo de tareas que antes correspondían al sector privado. Se nacionalizaron el Banco Central y los depósitos bancarios, se crea el IAPI (Instituto Argentino de Promoción para el Intercambio) que fijaba el precio de las exportaciones agrícolas, regulaba las importaciones y la producción nacional.

La Tercera Posición
En el Plano de las relaciones internacionales, el peronismo anunció la adopción de una política conocida como la Tercera Posición, con ella la Argentina pretendía tomar distancia de los dos bloques d poder, Estados Unidos y la U.R.S.S. Se plantea de este modo una política de no alineamiento internacional, basándose en la defensa de la soberanía política de nuestro país, Perón proponía un camino alternativo entre el capitalismo y el comunismo.

La Transformaciones Sociales
El objetivo prioritario del gobierno peronista fue modificar la distribución del ingreso para consolidar un nuevo orden social. Si bien algunos sectores empresarios se resistieron al aumento de salarios, en poco tiempo advirtieron el aumento en las ventas de sus productos y la ampliación del mercado interno, los bienes de uso doméstico y la industria textil registró un notable aumento en el consumo.
Además el mejoramiento económico posibilitó el acceso de amplios sectores sociales a lugares de veraneo, como Mar del Plata, que hasta esa época eran exclusividad de los grupos más acomodados de la sociedad argentina.
Desde el Estado se impulsó una amplia legislación social que contribuyó al mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores, se estableció el control de los precios de los alquileres, se otorgaron nuevas viviendas y se mejoraron las inversiones en salud y educación.
En la política social del primer gobierno de Perón se destacó su esposa María Eva Duarte de Perón, quien desarrolló una intensa actividad pública y generó fuertes polémicas en la sociedad de la época, sus críticas a la “oligarquía”, a los “vendepatria”, la convirtieron en un personaje odiado por un sector de la sociedad, pero para los sectores más desprotegidos la transformó en “Evita”, la abanderada de los humildes. Había entonces, una valoración diferente y enfrentada de la política social del gobierno, para los que se habían beneficiado con la acción social era un elemento de dignificación, y para los opositores era una actitud demagógica para conformar a los más pobres y así ampliar la base del electorado del peronismo.
Desde la Fundación Eva Perón se realizaron numerosas obras sociales como la creación de hogares para niños y ancianos, la construcción de hospitales, viviendas populares y la entrega de bienes de consumo. Los fondos provenían de donaciones particulares y de una disposición del Poder Ejecutivo por la que dos veces al año debían efectuarse aportes obligatorios, que los patrones descontaban de los sueldos de sus empleados, esto generó una gran polémica por el carácter compulsivo del aporte.

Democracia de Masas

La llegada del peronismo al gobierno significó el advenimiento de nuevos sectores sociales a la escena política, las masas obreras se incorporaron plenamente a la vida política.
También pudieron participar por primera vez en la política nacional las mujeres, cuando en 1947 se consagró el derecho al voto femenino, esta medida impulsada por Eva Perón fue la culminación de una larga lucha que habían iniciado los socialistas a principios de siglo.
El sistema político argentino adquirió los rasgos propios de una sociedad de masas, la participación política abarcó íntegramente a todos los sectores de la sociedad y se realizó a través del voto y de organizaciones intermedias como los sindicatos, unidades básicas y asociaciones barriales. Asimismo las concentraciones públicas se constituyeron en una nueva forma de participación directa de los sectores populares.
Al mismo tiempo la sociedad argentina se dividió en dos bandos enfrentados: peronistas y antiperonistas. A pesar del triunfo electoral de 1946, la oposición no aceptó al nuevo movimiento como una fuerza política legítimamente democrática y la consideró como la representación local del autoritarismo nazifascista. El gobierno tampoco consideró como legítimos a los partidos de la oposición, los acusó de no comprender la revolución social y de conspirar contra los intereses del pueblo. Perón no dudó en utilizar la fuerza del estado reprimiendo y encarcelando a sus opositores. Ni Perón ni sus opositores reconocieron los espacios institucionales como ámbitos de negociación para la búsqueda de acuerdos.

El Estado y los Sindicatos
Los sindicatos se organizaron por rama industrial y se crearon las comisiones internas, integrados por delegados obreros representantes de las diferentes plantas industriales del país. Las comisiones internas por fábrica le permitieron al sindicalismo contar con un vínculo permanente con las bases obreras. A medida que aumentaba su nivel de representación y organización, su influencia sobre las políticas del Estado fue cada vez mayor. Sin embargo entre 1946 y 1949 se produjo una oleada de huelgas, que si bien estaban dirigidas contra los empresarios y no contra el gobierno, actuaron como presión para que el Estado atendiera las demandas salariales. El Peronismo propició la realización de convenciones colectivas de trabajo en las que obreros y empresarios discutían salarios y condiciones laborales.

La oposición de los sectores medios
La actitud de los sectores medios con el peronismo fue de permanente hostilidad. Las causas pueden buscarse en las pautas culturales impuestas por el peronismo. Los sectores medios compuestos en su mayoría por los hijos de inmigrantes, que habían ascendido socialmente, profesionales o comerciantes, percibían que las mejoras sociales y económicas de la época eran el resultado de una política demagógica y facilista del gobierno y veían con recelo el ascenso social de los sectores más humildes. Amplios sectores de empleados públicos y profesionales sintieron al Estado peronista como una presencia agobiante. El uso obligatorio de distintivos partidarios, la propaganda oficial, la afiliación compulsiva y la monumentalidad de los actos públicos, provocaron un fuerte rechazo.

La Política Universitaria
La Universidad, bajo los gobiernos peronistas, fue conducida por grupos de profesionales pertenecientes al nacionalismo católico, opositores a la Reforma de 1918. Esto generó un fuerte rechazo, este fue otro factor de oposición entre los sectores medios, de donde provenía la mayoría de los estudiantes. El movimiento estudiantil, organizado en la FUA (Federación Universitaria Argentina) controlada por radicales y socialistas, reafirmó su antiperonismo. El Gobierno alentó la oficialista CGU (Confederación General Universitaria.
La política educativa del peronismo, además de generar una fuerte oposición, también provocó un cambio en la composición social del estudiantado, por primera vez llegaban a las Universidades los hijos de los obreros. Esta política de ampliación de la base social educativa se reflejó también en la creación de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), conocida como la universidad obrera.
La Reforma Constitucional y las Elecciones de 1951
Una de las reformas políticas más importantes de la época fue la sanción de una nueva Constitución Nacional en 1949, en ella se incorporaban los derechos sociales conquistados por el movimiento obrero y la legalización de los cambios económicos, especialmente la política de nacionalizaciones del comercio exterior, de los combustibles y del transporte. En el orden político se instauró la reelección presidencial y el voto directo en los comicios nacionales. La oposición consideraba que era el resultado del afán personalista de Perón deseoso de lograr la reelección presidencial. Además los socialistas se quejaron porque no figuraba el derecho de huelga y los conservadores denunciaron el perfil presidencialista de la reforma. Esta finalmente fue aprobada y tuvo vigencia hasta la caída de Perón en 1955.
A principios de 1951 el gobierno anunció la convocatoria a elecciones nacionales. El Partido Peronista se presentaba como seguro triunfador, sin embargo Perón debió resolver diversos problemas: una intentona golpista, la oposición desde el Ejército de que Eva Perón fuera vicepresidente y las agudas dificultades económicas que se avecinaban.
Crisis económica de 1952 y la Reelección de Perón
El modelo económico y redistributivo comenzó a tener dificultades que se fueron agravando. La fase expansiva del proceso de sustitución de importaciones se detuvo debido a varios factores, los ingresos de divisas provenientes de las exportaciones disminuyeron porque fueron menores las ventas debido a la pérdida de mercados (EE.UU. desplazó a la Argentina de algunos mercados europeos), también disminuyó el volumen de los productos exportables por malas cosechas y liquidación de hacienda por sequía, como consecuencia se restringieron las importaciones, decayó la producción industrial y se generó inflación. En este contexto económico recesivo e inflacionario se agudizaron las tenciones sociales, la burguesía agraria no estaba dispuesta a aumentar las inversiones para mejorar los niveles de producción de bienes exportables, los trabajadores procuraron defender el nivel de sus ingresos, se produjeron numerosas huelgas y los empresarios, que veían reducidos sus beneficios se resistieron a otorgar aumentos salariales.
A pesar de las dificultades económicas Perón obtuvo un triunfo arrollador en las elecciones, su fórmula obtuvo el 62% de los votos frente al 32% de la U.C.R. encabezada por Balbín, el resto de los partidos (socialistas, comunistas y demócratas) sumaron el 4%. El Peronismo inaugura un nuevo período presidencial, al poco tiempo, el 26 de julio de 1952, falleció luego de una larga enfermedad Eva Perón, para la mayoría de los trabajadores se convertiría en el símbolo de las conquistas sociales conseguidas.
El Segundo Plan Quinquenal
Con el Segundo Plan Quinquenal la estrategia consistía en impulsar el desarrollo agrario, incrementar la industria de base, en especial la de bienes de capital y combustible y modificar la ley de Inversiones Extranjeras, favoreciendo la entrada de capitales del exterior. Estos cambios generaron debates dentro del peronismo. Los empresarios se mostraron satisfechos, el movimiento obrero, si bien continuó respaldando a Perón, comenzó a tomar distancia de algunas decisiones del gobierno.
El gobierno impulsó acuerdos con compañías extranjeras para la explotación de petróleo en nuestro país, intentó firmar con contrato con una empresa norteamericana, pero este no fue aprobado por el Congreso, allí se encontró con la oposición de radicales y de un sector de la bancada peronista.
El Derrocamiento de Perón (1955)
Además de la crisis económica, durante el segundo gobierno de Perón se agravaron los problemas políticos. Los partidos políticos opositores centraron sus críticas en las medidas económicas, la Iglesia se fue distanciando y hacia 1954 pasó a integrar el bloque antiperonista, medidas como la sanción del divorcio vincular, la eliminación de las discriminaciones entre los llamados hijos legítimos e ilegítimos, un decreto eliminando la educación religiosa en las escuelas públicas, así como dejar sin efecto los aportes del Estado a la enseñanza privada religiosa, culminaron en violentos enfrentamientos.
A comienzos de 1955 la actividad conspirativa de los sectores liberales y nacionalistas católicos dentro de las Fuerzas Armadas se habían incrementado. Estos grupos contaron con el apoyo de amplios sectores políticos (radicales, conservadores y socialistas), se produjeron levantamientos contra el gobierno, a partir de estos hechos se inició la cuenta regresiva para Perón, el bloque antiperonista se había ampliado y consolidado, solo lo sostenía la clase obrera.
El 16 de setiembre de 1955un nuevo alzamiento militar encabezado por Lonardi, Aramburu e Isaac Rojas, que se autodenominó “Revolución Libertadora”, destituyó a Perón. En las décadas siguientes el peronismo sería proscripto.