"... En los minutos de la arena creo
sentir el tiempo cósmico: la historia
que encierra en sus espejos la memoria
o que ha disuelto Leteo. ..."
Jorge Luis Borges

sábado, 15 de septiembre de 2012

El MNR en Bolivia


El Movimiento Nacionalista Revolucionario en Bolivia
Desde las primeras décadas del siglo XX la economía Boliviana estaba basada en la explotación del estaño, dominado por la “Rosca”, grupo integrado por tres grandes propietarios mineros (Patiño, Hochschild y Aramayo). Entre 1900 y 1929 las exportaciones de estaño se multiplicaron 5 veces, el poder económico de la rosca crecía frente a la debilidad del Estado, que no tenía capacidad para administrar y recaudar impuestos. El gobierno boliviano recurrió al endeudamiento externo.

La derrota del país frente al Paraguay en la llamada  “Guerra del Chaco” (1932-35-1938), movilizó a militares jóvenes de sectores medios contra la dominación oligárquica, quienes reclamaron una redistribución más amplia de las ganancias del estaño. Durante su breve gobierno, Gualberto Villarroel (1944-46) representante de los nuevos sectores nacionalistas, intentó realizar reformas hacia la nacionalización de la economía boliviana, pero fue derrocado.

Después de varios gobiernos contralados por la rosca en 1952 el Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) encabezó una revolución, las milicias populares y algunos miembros del ejército derrotaron a las fuerzas militares que defendían el régimen y el jefe del MNR  Víctor Paz Estenssoro se hizo cargo de la presidencia. El MNR era un partido político que expresaba la alianza de los sectores medios urbanos con el proletariado minero y con sectores de campesinos excluidos. El nuevo gobierno decretó el voto universal y obligatorio para blancos e indígenas, alfabetos y analfabetos, creó un Comité de Comercio Exterior y un Comité de Vivienda Popular, nacionalizó las grandes minas de estaño, promulgó una reforma agraria, propuso diversificar la economía a través del impulso a la agricultura tropical y la producción del petróleo.

Sin embargo los ingresos del estaño no fueron suficientes para subsidiar a otros sectores y se descapitalizó, las dificultades se multiplicaron, Estenssoro recurre al financiamiento externo, Bolivia se alineó nuevamente con los EE.UU. y recibió ayuda económica a cambio de la desnacionalización de las actividades económicas que se habían nacionalizado, se burocratizaron los sindicatos, se reorganizó el ejército y se profundizó la represión interna.



lunes, 3 de septiembre de 2012

El Varguismo


El “Estado Novo” de Getulio Vargas en Brasil
En Brasil el Varguismo, es un período histórico donde Getulio Vargas fue la personalidad dominante de la política brasileña durante casi 25 años. Reformista y nacionalista,  marcó una ruptura total con la acción de los que le precedieron. Su gobierno tiene ciertas similitudes con el peronismo argentino.
En 1930, Getulio Vargas, fundador de la Alianza Liberal, apoyado por sectores militares, tomó el poder y gobernó por decreto hasta 1934, año que fue elegido presidente constitucional.

En poco tiempo el varguismo se consolidó como un movimiento que contaba con la adhesión de las clases medias y de los sectores capitalistas interesados en la industrialización. Vargas también intentó incorporar a las masas, aunque no impulsó la organización obrera autónoma, al contrario los sindicatos socialistas y comunistas existentes fueron perseguidos y se impuso la sindicalización oficial.
Durante los primeros años Vargas fue acosado por intereses contrapuestos y rivalidades regionales y tuvo que enfrentar numerosos intentos de golpe militares, rebeliones de terratenientes paulistas y una sublevación encabezada por el dirigente comunista Luis Prestes. Frente a la inestabilidad política y para consolidar su autoridad, en 1937 Getulio Vargas, apoyado por sectores militares, dio un “autogolpe”, prorrogando su mandato, que vencía el año siguiente, e impuso una nueva organización estatal, a la que llamó “Estado Novo”. Los partidos políticos fueron disueltos y la actividad sindical autónoma prohibida por decreto. Sin embargo la orientación nacionalista de su política económica proporcionó a la gestión de Vargas un gran apoyo popular.

Entre 1937 y 1945, durante el Estado Novo, Getulio Vargas dio continuidad a la reestructuración del estado y profesionalización del servicio público, creando el DASP (Departamento Administrativo del Servicio Público). Abolió los impuestos en las fronteras interestatales y creó el impuesto a la renta.
Se orientó cada vez más en la intervención estatal en la economía y en el nacionalismo económico, provocó un fuerte impulso en la industrialización. Adoptó la centralización administrativa como marca para crear una burocracia de estado fuerte, hasta entonces inexistente.

Fueron creados, en ese periodo, el Consejo Nacional del Petróleo (CNP) (posteriormente llamada Petrobras, en 1951), la Compañía Siderúrgica Nacional (CSN), la Compañía Vale do Rio Doce, la Compañía Hidroeléctrica de São Francisco y la Fábrica Nacional de Motores (FNM), entre otros.
Editó, en 1941, el Código Penal y el Código Procesal, todos hasta el día de hoy en vigor. En 1943, Getulio Vargas creó la CLT (Consolidación de las Leyes del Trabajo), garantizando la estabilidad del empleo después de diez años de servicio, descanso semanal, la reglamentación del trabajo de menores, de la mujer, del trabajo nocturno y fijando la jornada laboral en ocho horas de servicio.
Con los primeros indicios de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, Getulio Vargas mantuvo una posición neutral hasta 1941 cuando, los países sudamericanos decidieron, a contramano de Getulio, condenar los ataques japoneses a los Estados Unidos y romper las relaciones diplomáticas con Alemania, Italia y Japón. Seguido a ello, los alemanes atacaron, por submarinos a embarcaciones brasileñas, en represalia al fin de la neutralidad brasileña.

Brasil le declaró la guerra a Alemania y a Italia, seguido a la firma de un acuerdo con los Estados Unidos. Con la aproximación del fin de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, las presiones en pro de la redemocratización se hacían más fuertes. A pesar de algunas medidas tomadas, como la definición de una fecha para las próximas elecciones, la amnistía, la libertad de organización partidaria, etc. Getulio Vargas fue depuesto el 29 de octubre de 1945, por un movimiento militar liderado por generales que componían su propio ministerio.

En 1945 Vargas fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el Gral. Dutra y apoyado por los sectores terratenientes más poderosos. En los años siguientes, el prestigio popular del ex presidente se incrementó y ganó las elecciones de 1950. Durante su segundo gobierno, Vargas intentó profundizar las medidas nacionalistas, aunque sin atacar las bases del poder oligárquico y manteniendo el control de la participación política de los sectores populares. La poderosa oposición que tuvo que enfrentar lo llevó a al suicidio.  El 5 de agosto de 1954, un atentado a tiros de revólver mató al mayor de la aeronáutica y dejó herido a un  periodista, creando una crisis política que llevó al suicidio de Getulio Vargas el día 24 de aquel mes.

jueves, 23 de agosto de 2012

Latinoamérica: Cambio de rumbo político y económico



Estación de Servicio PEMEX en 1940
Nacionalismo y populismo son dos conceptos que caracterizan la orientación de las transformaciones que protagonizaron la mayoría de las sociedades de América Latina desde fines de la década de 1930 hasta mediados de la década de 1960.
A partir de 1930, para los grupos dirigentes que controlaban el Estado, el impulso a la industrialización resultó una estrategia que les permitía enfrentar las consecuencias de la crisis económica mundial y dar respuesta a los reclamos de los sectores asalariados que exigían participación política y participación en la redistribución de la riqueza. La fuerte intervención de los Estados latinoamericanos y la industrialización por sustitución de importaciones generaron un aumento en el empleo de la fuerza de trabajo asalariada, los trabajadores accedían al consumo.

Esta nueva forma de organizar la economía fue denominada de “crecimiento hacia adentro”, porque los ingresos provenían no solo de las exportaciones sino también del consumo de bienes producidos localmente para el abastecimiento interno.
Los Estados latinoamericanos jugaron un papel decisivo en la progresiva orientación de la economía hacia la producción del mercado interno. Intervinieron activamente para proteger la producción industrial local, por ejemplo fijando aranceles a los productos extranjeros, otorgando créditos ventajosas al sector empresarial privado local, realizando inversiones públicas destinadas a la creación de infraestructura (producción de acero y petróleo), así como también la nacionalización de recursos considerados claves para el desarrollo de cada país.

Insignia de la CORFO
Según la premisa del nacionalismo económico latinoamericano de las décadas de 1940 y 1950, cada sociedad y cada Estado debía tener el control de los recursos naturales vitales localizados en el territorio, para estar en condiciones de llevar adelante una fuerte redistribución de la riqueza a favor de los sectores populares.

En México Lázaro Cárdenas expropió las compañías petroleras estadounidenses y todos sus bienes, PEMEX (Petróleo Mexicano) se hizo cargo de la explotación en todo el país. Getulio Vargas en Brasil dictó medidas para asegurar el control nacional de la industria siderúrgica y creó Petrobras y Electrobras. 
En Chile el presidente Pedro Aguirre Cerda crea CORFO (Corporación de Fomento de la Producción), el Estado chileno transfirió parte de los ingresos fiscales provenientes de las exportaciones de cobre al sector industrial local. En la Argentina el presidente Juan D. Perón nacionaliza los ferrocarriles, los depósitos del Banco Central, los teléfonos y el gas y estableció el monopolio estatal sobre el comercio exterior. En Guatemala el presidente Juan José Arévalo, crea el Banco Central y el Instituto de Fomento de la Producción (INFOP) para el desarrollo de la industria y la agricultura






martes, 7 de agosto de 2012

El Fin del Stalinismo. La Caída del Muro y el derrumbe de la URSS




Stalin
Después de la Segunda Guerra Mundial, Stalin consolida el poderío de la URSS. En el plano económico lanza el plan de ayuda a los países de Europa Oriental, el COMECON, contrarrestando el Plan Marshall. Además destinó gran parte de la producción a la carrera armamentista, desarrollando un nuevo tipo de armas, los cohetes.
Al mismo tiempo, promovió la formación de gobiernos de coalición con participación de ministros comunistas. De acuerdo con las características de cada país, intervino con el objetivo de lograr el establecimiento de un régimen de partido único y la organización de la economía siguiendo el modelo estalinista de colectivización rural e industrialización planificada. A estos Estados: Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Yugoslavia y Albania, se los llamó democracias populares.

Budapest, octubre de 1956. La estatua de
 Stalin es derribada
La solidez del modelo soviético cambió a partir de la muerte de Stalin en 
marzo de 1953, su desaparición física creó tensiones y desacuerdos, iniciándose un lento proceso de desestalinización, bajo la dirección de Nikita Kruschev. Aunque en las décadas de 1960 y 1970 la URSS siguió controlando el bloque de países de Europa Oriental, se fue consolidando un movimiento político y cultural en la llamada “Primavera de Praga” que cuestionó el modelo soviético, el gobierno de la URSS respondió invadiendo Checoslovaquia y ocupando Praga.
A fines de la década de 1970 la URSS buscó una distención en sus relaciones con EE.UU., evitando enfrentamientos. No obstante en 1980 la tensión pareció reavivarse. La derrota estadounidense en Vietnam y la consolidación socialista en Asia y África parecieron alterar el equilibrio mundial.
Mijail Gorbachov
En enero de 1981 asume como presidente de EE.UU. el republicano Ronald Reagan quien se propuso demostrar la superioridad militar y política frente a la URSS, realizando una serie de intervenciones militares como por ejemplo en  Libia (1986) o la invasión a Panamá en 1989.
El fin del mundo bipolar sobrevino con el derrumbe del modelo soviético. A partir de 1985, el jefe de Estado soviético, Mijail Gorbachov, puso en práctica un proceso de reformas: “la Perestroika”, esta apertura política llevó a la disolución del modelo soviético y al final de la Guerra Fría.
La crisis soviética se debió a varios factores: gastos militares, limitaciones de la economía planificada, trabas burocráticas, retraso tecnológico y la dificultad para competir con el ritmo productivo de las empresas capitalistas privadas.
En noviembre de 1989 el Muro de Berlín, un símbolo de la ruptura entre bloques capitalista y socialista, comenzó a ser derrumbado por los habitantes de Alemania. Para algunos la caída del Muro significó la derrota del socialismo frente al capitalismo, para otros, se derrumbaba el modelo soviético pero no el proyecto del socialismo tradicional: una economía basada en la propiedad social, en la gestión planificada, la distribución e intercambio.
Caída del Muro de Berlín







lunes, 30 de julio de 2012

Estado de Bienestar


El Estado de Bienestar
El Estado de Bienestar: Analizaremos cómo se constituye el llamado “estado de bienestar” desde lo global. El mismo surge como respuesta del propio sistema capitalista mundial a la crisis del ’29 cuyo máximo teórico es John M. Keynes.
Fue Keynes, quien aportó líneas de acción superadoras de la crisis e hizo alusión al rol del estado en esta coyuntura. Ya la Primera Guerra había provocado, en muchos países, situaciones de riesgo a las economías nacionales, lo que había obligado a abandonar la idea de un Estado abstencionista en materia económica. La crisis del ´29, es vista como una crisis de todo el sistema en su conjunto, pero del sistema capitalista. Dice el historiador Hobsbawm: “(…) Ahora bien, una vez que el capitalismo liberal había conseguido sobrevivir –a duras penas- el triple reto de la Depresión, el fascismo y la guerra, parecía tener que hacer frente todavía al avance global de la revolución, cuyas fuerzas podían agruparse en torno a la URSS, que había emergido de la segunda guerra mundial como una superpotencia. (…) El principal interrogante al que deben dar respuesta los historiadores del siglo XX es cómo y por qué tras la segunda guerra mundial el capitalismo inició – para sorpresa de todos- la edad de oro, sin precedentes, y tal vez anómala, de 1947-1973. No existe todavía una respuesta que tenga el consenso general… (…)” (Hobsbawn, Eric, “Historia del siglo XX”, Ed. Crítica, 1997, pág. 18).
La crisis del sistema capitalista, que no afectó a la ex Unión Soviética, obliga al Estado, a realizar medidas dirigistas, corporativistas, intervencionistas (aunque volvamos a aclarar: ¡el Estado siempre interviene!). ¿Cuál va a ser el rol que se le va asignar al Estado en este periodo? El Estado va a ser pensado como activo agente de la economía, desde la regulación e incentivación de la producción; desde el control de los mercados, del consumo, de la producción, del comercio exterior; desde la elaboración de nuevas leyes que reglamenten el funcionamiento económico; desde la planificación de las medidas a adoptar; desde la nacionalización de empresas, etc. Es que, siguiendo a Keynes, la idea era, incentivar el consumo, la demanda de bienes en oposición a la teoría del pensamiento clásico en la que el mercado es una espontánea fuerza reguladora de la economía, donde la oferta y la demanda (tanto de bienes y de mano de obra) se crean mutuamente, se generan mutuamente. A partir de las teorías keynesianas, surge también la idea de la plena ocupación y del pleno empleo como generador de más demanda de productos y más consumo.
El Estado pasa así, a intervenir para garantizar cierto nivel de ocupación y de consumo, incentivando la economía por medio de políticas que aseguren su funcionamiento. El Estado, asume el rol de protector tanto de los consumidores como de empresarios a fin de impedir los abusos de los sectores monopolistas.
En resumen, el “Estado de Bienestar” (“Welfare state”) pretende, frente a los avances de la economía, regular el funcionamiento de la sociedad. Surgió desde lo global (desde los países centrales e industrializados) como necesidad de subsistencia del propio sistema, pero también fue modelo en los países periféricos. Si bien, este tipo de Estado, no trata de transformar la estructura del sistema económico, intenta remediar las deficiencias adoptando medidas que mejoren los servicios de salud, educación, cultura, seguridad y defensa del ambiente. El “Estado de Bienestar” interviene subsidiando actividades correctivas de las desigualdades sociales, trata de resolver los problemas graves dentro de la estructura del Estado Liberal. La idea para el “Estado de Bienestar” es que es necesario intervenir, porque si se deja a la sociedad librada a su suerte, se cae en una irracionalidad donde los que más tienen tienden a incentivar aún más las diferencias sociales y económicas. El Estado, entonces, no debe limitarse a garantizar el funcionamiento del sistema sino que debe ser regulador de las relaciones sociales y fundamentalmente debe hacerse cargo de la “justicia distributiva” de los recursos, o sea ser un Estado “incluyente”.
Pasando a las implicancias de todo lo dicho anteriormente, al nivel de lo Local, a lo que pasaba en esta etapa en Argentina y en América Latina en general, el rol del Estado en el periodo de Industrialización tiene un cambio cualitativo con respecto al que había tenido en el periodo anterior (“modelo agroexportador” en el que representaba exclusivamente los intereses de las clases dominantes).
En la etapa de la economía primaria exportadora, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX, el Estado toma una posición decidida en el proceso, a través de la organización y la promoción de las inversiones en ferrocarriles e infraestructura y en el poblamiento de la zona pampeana. En ese periodo (1860-1930) el Estado integró al país en el sistema de división internacional del trabajo, organizó el sistema monetario en torno al patrón oro y una política arancelaria abierta a la importación de manufacturas. Se organizó el Estado de derecho liberal liderado por los sectores vinculados a la producción agropecuaria y a los intereses internacionales asociados a los grupos locales dominantes en ese sector dinámico.
En la nueva etapa, al asumir la industria, el papel protagónico del proceso de desarrollo, y la protección arancelaria y otras medidas de fomento, un rol central en la evolución de la economía, el Estado asumió responsabilidades mucho más complejas: “Entre ellas se incluye no sólo el nivel y la estructura de la protección arancelaria sino, también, la política de financiamiento de promoción del intercambio tecnológico, de precios relativos agroindustriales y otras cuestiones importantes.” (Peralta Ramos, Mónica. “Etapas de acumulación y alianzas de clases en la Argentina (1930-1970)”).
En el nivel global, los países capitalistas obtuvieron durante este periodo inmejorables ganancias y una notable mejoría económica. Por primera vez apareció un sistema de consumo masivo basado en el pleno empleo y en el aumento constante del poder adquisitivo con la cobertura social financiada por el incremento de los ingresos del Estado.
Finalmente, el “estado de bienestar” entró en crisis a fines de los ´60 y comienzo de los ´70. El equilibro vital de su funcionamiento se vio alterado por el aumento de la producción y la capacidad del mercado de absolverlo. Es decir, mucha oferta y poca demanda. A todo esto se le sumó la denominada “crisis del petróleo” de 1973, que generó una importante disminución de las ganancias de las empresas y paralelamente una disminución en el poder adquisitivo de los trabajadores. Las empresas privadas culparon al “estado de bienestar” por esto y comenzaron una nueva etapa, una nueva fase capitalista: “Tecnológica Financiera” con el neoliberalismo comandando política e ideológicamente el proceso.

viernes, 15 de junio de 2012

Peronismo


El Primer Gobierno de Perón 
(1946 – 1952) 
 El Primer Plan Quinquenal
El modelo económico iniciado en 1946 intentó dar respuestas a las demandas de los trabajadores y sectores de pequeños y medianos empresarios. Se trataba de un programa con el que el Estado planificaba la economía fijando los objetivos que se deseaban lograr en cinco años. Con ello procuró una mayor justicia social a partir de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y alentar el desarrollo industrial, procuró una redistribución de la riqueza, elevando el poder adquisitivo de los trabajadores, aumentando el nivel de empleo y los salarios. Además incentivó con subsidios la actividad industrial, favoreciendo la creación de nuevas industrias y ampliando las ya existentes. Este modelo se basó en el aumento del consumo interno incentivado por las mejoras salariales otorgadas.
El Estado fue haciéndose cargo de tareas que antes correspondían al sector privado. Se nacionalizaron el Banco Central y los depósitos bancarios, se crea el IAPI (Instituto Argentino de Promoción para el Intercambio) que fijaba el precio de las exportaciones agrícolas, regulaba las importaciones y la producción nacional.

La Tercera Posición
En el Plano de las relaciones internacionales, el peronismo anunció la adopción de una política conocida como la Tercera Posición, con ella la Argentina pretendía tomar distancia de los dos bloques d poder, Estados Unidos y la U.R.S.S. Se plantea de este modo una política de no alineamiento internacional, basándose en la defensa de la soberanía política de nuestro país, Perón proponía un camino alternativo entre el capitalismo y el comunismo.

La Transformaciones Sociales
El objetivo prioritario del gobierno peronista fue modificar la distribución del ingreso para consolidar un nuevo orden social. Si bien algunos sectores empresarios se resistieron al aumento de salarios, en poco tiempo advirtieron el aumento en las ventas de sus productos y la ampliación del mercado interno, los bienes de uso doméstico y la industria textil registró un notable aumento en el consumo.
Además el mejoramiento económico posibilitó el acceso de amplios sectores sociales a lugares de veraneo, como Mar del Plata, que hasta esa época eran exclusividad de los grupos más acomodados de la sociedad argentina.
Desde el Estado se impulsó una amplia legislación social que contribuyó al mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores, se estableció el control de los precios de los alquileres, se otorgaron nuevas viviendas y se mejoraron las inversiones en salud y educación.
En la política social del primer gobierno de Perón se destacó su esposa María Eva Duarte de Perón, quien desarrolló una intensa actividad pública y generó fuertes polémicas en la sociedad de la época, sus críticas a la “oligarquía”, a los “vendepatria”, la convirtieron en un personaje odiado por un sector de la sociedad, pero para los sectores más desprotegidos la transformó en “Evita”, la abanderada de los humildes. Había entonces, una valoración diferente y enfrentada de la política social del gobierno, para los que se habían beneficiado con la acción social era un elemento de dignificación, y para los opositores era una actitud demagógica para conformar a los más pobres y así ampliar la base del electorado del peronismo.
Desde la Fundación Eva Perón se realizaron numerosas obras sociales como la creación de hogares para niños y ancianos, la construcción de hospitales, viviendas populares y la entrega de bienes de consumo. Los fondos provenían de donaciones particulares y de una disposición del Poder Ejecutivo por la que dos veces al año debían efectuarse aportes obligatorios, que los patrones descontaban de los sueldos de sus empleados, esto generó una gran polémica por el carácter compulsivo del aporte.

Democracia de Masas

La llegada del peronismo al gobierno significó el advenimiento de nuevos sectores sociales a la escena política, las masas obreras se incorporaron plenamente a la vida política.
También pudieron participar por primera vez en la política nacional las mujeres, cuando en 1947 se consagró el derecho al voto femenino, esta medida impulsada por Eva Perón fue la culminación de una larga lucha que habían iniciado los socialistas a principios de siglo.
El sistema político argentino adquirió los rasgos propios de una sociedad de masas, la participación política abarcó íntegramente a todos los sectores de la sociedad y se realizó a través del voto y de organizaciones intermedias como los sindicatos, unidades básicas y asociaciones barriales. Asimismo las concentraciones públicas se constituyeron en una nueva forma de participación directa de los sectores populares.
Al mismo tiempo la sociedad argentina se dividió en dos bandos enfrentados: peronistas y antiperonistas. A pesar del triunfo electoral de 1946, la oposición no aceptó al nuevo movimiento como una fuerza política legítimamente democrática y la consideró como la representación local del autoritarismo nazifascista. El gobierno tampoco consideró como legítimos a los partidos de la oposición, los acusó de no comprender la revolución social y de conspirar contra los intereses del pueblo. Perón no dudó en utilizar la fuerza del estado reprimiendo y encarcelando a sus opositores. Ni Perón ni sus opositores reconocieron los espacios institucionales como ámbitos de negociación para la búsqueda de acuerdos.

El Estado y los Sindicatos
Los sindicatos se organizaron por rama industrial y se crearon las comisiones internas, integrados por delegados obreros representantes de las diferentes plantas industriales del país. Las comisiones internas por fábrica le permitieron al sindicalismo contar con un vínculo permanente con las bases obreras. A medida que aumentaba su nivel de representación y organización, su influencia sobre las políticas del Estado fue cada vez mayor. Sin embargo entre 1946 y 1949 se produjo una oleada de huelgas, que si bien estaban dirigidas contra los empresarios y no contra el gobierno, actuaron como presión para que el Estado atendiera las demandas salariales. El Peronismo propició la realización de convenciones colectivas de trabajo en las que obreros y empresarios discutían salarios y condiciones laborales.

La oposición de los sectores medios
La actitud de los sectores medios con el peronismo fue de permanente hostilidad. Las causas pueden buscarse en las pautas culturales impuestas por el peronismo. Los sectores medios compuestos en su mayoría por los hijos de inmigrantes, que habían ascendido socialmente, profesionales o comerciantes, percibían que las mejoras sociales y económicas de la época eran el resultado de una política demagógica y facilista del gobierno y veían con recelo el ascenso social de los sectores más humildes. Amplios sectores de empleados públicos y profesionales sintieron al Estado peronista como una presencia agobiante. El uso obligatorio de distintivos partidarios, la propaganda oficial, la afiliación compulsiva y la monumentalidad de los actos públicos, provocaron un fuerte rechazo.

La Política Universitaria
La Universidad, bajo los gobiernos peronistas, fue conducida por grupos de profesionales pertenecientes al nacionalismo católico, opositores a la Reforma de 1918. Esto generó un fuerte rechazo, este fue otro factor de oposición entre los sectores medios, de donde provenía la mayoría de los estudiantes. El movimiento estudiantil, organizado en la FUA (Federación Universitaria Argentina) controlada por radicales y socialistas, reafirmó su antiperonismo. El Gobierno alentó la oficialista CGU (Confederación General Universitaria.
La política educativa del peronismo, además de generar una fuerte oposición, también provocó un cambio en la composición social del estudiantado, por primera vez llegaban a las Universidades los hijos de los obreros. Esta política de ampliación de la base social educativa se reflejó también en la creación de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), conocida como la universidad obrera.
La Reforma Constitucional y las Elecciones de 1951
Una de las reformas políticas más importantes de la época fue la sanción de una nueva Constitución Nacional en 1949, en ella se incorporaban los derechos sociales conquistados por el movimiento obrero y la legalización de los cambios económicos, especialmente la política de nacionalizaciones del comercio exterior, de los combustibles y del transporte. En el orden político se instauró la reelección presidencial y el voto directo en los comicios nacionales. La oposición consideraba que era el resultado del afán personalista de Perón deseoso de lograr la reelección presidencial. Además los socialistas se quejaron porque no figuraba el derecho de huelga y los conservadores denunciaron el perfil presidencialista de la reforma. Esta finalmente fue aprobada y tuvo vigencia hasta la caída de Perón en 1955.
A principios de 1951 el gobierno anunció la convocatoria a elecciones nacionales. El Partido Peronista se presentaba como seguro triunfador, sin embargo Perón debió resolver diversos problemas: una intentona golpista, la oposición desde el Ejército de que Eva Perón fuera vicepresidente y las agudas dificultades económicas que se avecinaban.
Crisis económica de 1952 y la Reelección de Perón
El modelo económico y redistributivo comenzó a tener dificultades que se fueron agravando. La fase expansiva del proceso de sustitución de importaciones se detuvo debido a varios factores, los ingresos de divisas provenientes de las exportaciones disminuyeron porque fueron menores las ventas debido a la pérdida de mercados (EE.UU. desplazó a la Argentina de algunos mercados europeos), también disminuyó el volumen de los productos exportables por malas cosechas y liquidación de hacienda por sequía, como consecuencia se restringieron las importaciones, decayó la producción industrial y se generó inflación. En este contexto económico recesivo e inflacionario se agudizaron las tenciones sociales, la burguesía agraria no estaba dispuesta a aumentar las inversiones para mejorar los niveles de producción de bienes exportables, los trabajadores procuraron defender el nivel de sus ingresos, se produjeron numerosas huelgas y los empresarios, que veían reducidos sus beneficios se resistieron a otorgar aumentos salariales.
A pesar de las dificultades económicas Perón obtuvo un triunfo arrollador en las elecciones, su fórmula obtuvo el 62% de los votos frente al 32% de la U.C.R. encabezada por Balbín, el resto de los partidos (socialistas, comunistas y demócratas) sumaron el 4%. El Peronismo inaugura un nuevo período presidencial, al poco tiempo, el 26 de julio de 1952, falleció luego de una larga enfermedad Eva Perón, para la mayoría de los trabajadores se convertiría en el símbolo de las conquistas sociales conseguidas.
El Segundo Plan Quinquenal
Con el Segundo Plan Quinquenal la estrategia consistía en impulsar el desarrollo agrario, incrementar la industria de base, en especial la de bienes de capital y combustible y modificar la ley de Inversiones Extranjeras, favoreciendo la entrada de capitales del exterior. Estos cambios generaron debates dentro del peronismo. Los empresarios se mostraron satisfechos, el movimiento obrero, si bien continuó respaldando a Perón, comenzó a tomar distancia de algunas decisiones del gobierno.
El gobierno impulsó acuerdos con compañías extranjeras para la explotación de petróleo en nuestro país, intentó firmar con contrato con una empresa norteamericana, pero este no fue aprobado por el Congreso, allí se encontró con la oposición de radicales y de un sector de la bancada peronista.
El Derrocamiento de Perón (1955)
Además de la crisis económica, durante el segundo gobierno de Perón se agravaron los problemas políticos. Los partidos políticos opositores centraron sus críticas en las medidas económicas, la Iglesia se fue distanciando y hacia 1954 pasó a integrar el bloque antiperonista, medidas como la sanción del divorcio vincular, la eliminación de las discriminaciones entre los llamados hijos legítimos e ilegítimos, un decreto eliminando la educación religiosa en las escuelas públicas, así como dejar sin efecto los aportes del Estado a la enseñanza privada religiosa, culminaron en violentos enfrentamientos.
A comienzos de 1955 la actividad conspirativa de los sectores liberales y nacionalistas católicos dentro de las Fuerzas Armadas se habían incrementado. Estos grupos contaron con el apoyo de amplios sectores políticos (radicales, conservadores y socialistas), se produjeron levantamientos contra el gobierno, a partir de estos hechos se inició la cuenta regresiva para Perón, el bloque antiperonista se había ampliado y consolidado, solo lo sostenía la clase obrera.
El 16 de setiembre de 1955un nuevo alzamiento militar encabezado por Lonardi, Aramburu e Isaac Rojas, que se autodenominó “Revolución Libertadora”, destituyó a Perón. En las décadas siguientes el peronismo sería proscripto.