"... En los minutos de la arena creo
sentir el tiempo cósmico: la historia
que encierra en sus espejos la memoria
o que ha disuelto Leteo. ..."
Jorge Luis Borges

miércoles, 28 de marzo de 2012

La Revolución China

China: La revolución socialista de Mao Tsé-tung
Durante el siglo XIX, el imperio chino fue un mercado codiciado por las potencias europeas, y más tarde por el Japón y los Estados Unidos. Aunque China no fue colonizada, las luchas sociales y políticas que se produjeron estuvieron relacionadas con la intervención de las potencias extranjeras. Al concluir esas luchas China se convirtió en un Estado socialista de gran influencia entre los países del Tercer Mundo.
El proceso histórico se inició en 1911 cuando una rebelión intentó reemplazar el antiguo imperio por una república, pero no logró consolidarse debido al poder económico y militar que tenían los grandes terratenientes que se negaban a aceptar un gobierno centralizado. China tenía una sociedad mayoritariamente rural,  escasa industrialización y débil urbanización.
En 1923 se impuso un gobierno que unificó el país con el apoyo de dos fuerzas:
·         Los nacionalistas del Kuomintang, Partido Nacional del Pueblo, dirigido por Chiang Kai-shek.
·         Los comunistas, liderados por Mao Tsé-tung
La alianza duró poco, el Kuomintang, apoyados por sectores medios y burgueses, era partidario de “occidentalizar” China. Los comunistas en cambio proponían transformaciones sociales y económicas profundas, tales como repartir los latifundios entre los campesinos sin tierra. En 1927 el general Chiang Kai-shek, apoyado por los terratenientes y por Estados Unidos, expulsó a los comunistas del gobierno e instauró una dictadura militar.
El Partido Comunista Chino inició una activa campaña en las zonas rurales y movilizó a los campesinos contra las tropas del gobierno, ocupando las tierras de los grandes latifundistas. Así lograron simultáneamente organizar el Ejército Rojo para enfrentar al Kuomintang y repartir las tierras entre los campesinos.
El gobierno desplegó sus tropas sobre los territorios controlados por los comunistas. Frente a esta ofensiva en 1934, 100.000 personas, seguidores de Mao iniciaron una marcha, llamada la “Larga Marcha” hacia el norte del país, recorrieron 9.600 km., luchando permanentemente con las fuerzas del Kuomintang, en octubre de 1935 Mao y unos 8.000 sobrevivientes instalaron su cuartel general en la región de Yenán, donde organizaron una república de carácter socialista.
Entre 1937 y 1945, la invasión japonesa detuvo la guerra civil. Las fuerzas del Kuomintang y las del Partido Comunista se aliaron contra el enemigo exterior. Cuando el fin de la Segunda Guerra Mundial marcó el fin de la guerra con Japón, la lucha se reanudó.
En la región que estaba bajo el mando de Chian Kai-shek, la situación de pobreza de la población se agravaba. La ayuda financiera de los Estados Unidos (dinero, armas y medicamentos) para evitar el “avance comunista”, no era suficiente, se generalizaba la corrupción, el gobierno se desacreditó y la crisis se profundizó.
Este deterioro fortaleció la posición de los comunistas liderados por Mao, quienes aparecieron como los únicos que habían enfrentado al enemigo japonés, sin asistencia exterior, y favoreció la difusión de sus propuestas de cambios revolucionarios para mejorar las condiciones de vida de los campesinos. Mao logró articular ideas nacionalistas con una propuesta de cambio social.
En 1949, el Ejército Rojo logró controlar todo el territorio del país y proclamo la creación de la República Popular China. En el plano económico las primeras acciones fueron la extensión de la reforma agraria en todo el país, la nacionalización de la industria de capital extranjero y la elaboración de un Plan Quinquenal para desarrollar la industria pesada.
En 1958, Mao impulsó la política llamada del “Gran Salto Adelante”, con el propósito de lograr el aumento de la producción agrícola e industrial, avanzó hacia la completa colectivización del campo, fueron eliminadas las cooperativas y toda otra forma de propiedad privada, y movilizó a la población comprometiéndola en la organización de “comunas” que debían alcanzar el autoabastecimiento. La experiencia fracasó por dos años de malas cosechas y la precariedad tecnológica e industrial.
A pesar de las dificultades que enfrentó, después de la Segunda Guerra Mundial, el Estado socialista chino se convirtió en una de las grandes potencias del mundo, su enorme peso demográfico lo convirtió en la principal potencia militar de Oriente.
Desde comienzos de la década de 1960, los dirigentes del Partido Comunista Chino discutieron sobre la orientación económica y política que debía seguir el socialismo en China. Mao pretendía profundizar la colectivización rural y la eliminación de todas las diferencias sociales, advertía que se había consolidado un sector de burócratas del Partido Comunista que tenía privilegios y abusaba del poder político, a los que acusó de “aburguesar” el Partido. Las ideas de Mao fueron resistidas. La lucha ideológica entre maoístas y jerarcas del Partido Comunista estalló en 1966, los partidarios de Mao (ejército, universidades y comunas agrícolas) lanzaron una campaña de debates y movilización para expulsar del Partido a los dirigentes que “seguían el camino capitalista”, la sociedad vivió entonces la llamada “Revolución Cultural”.
Ante la generalización del caos social, Mao moderó sus propuestas y, luego de reafirmar su liderazgo y de purgar a los burócratas, logró estabilizar la situación política.
En 1976, luego de la muerte de Mao, retomó el poder la línea “pragmática”, entonces se inició un proceso de ‘desmaoización’, que incluyó la limitación de las expresiones opositoras y la introducción de reformas económicas orientadas a la producción capitalista, abierta al as inversiones de capital extranjero.



martes, 27 de marzo de 2012

La expansión de las empresas multinacionales


El “Plan Marshall”
Finalizada la guerra, Europa quedó con su aparato productivo semidestruido, sin materias primas, endeudada con los Estados Unidos y con los países derrotados obligados a pagar indemnizaciones de guerra. Las vías para salir de la crisis eran dos:
  •      seguir el modelo soviético: rápida recuperación sobre la base de una industria planificada por el Estado y la reducción del consumo.
  •        promover el desarrollo industrial de tipo capitalista: para lo cual era necesaria una fuerte inversión de capitales que solo Estados Unidos podía proveer.

Los países del este europeo siguieron el camino soviético, mientras que los de occidente mantuvieron su economía capitalista a partir de la implementación del Programa de Reconstrucción Europea, conocido como “Plan Marshall”. Puesto en marcha en junio de 1947 estuvo destinado a promover la recuperación económica europea a través de préstamos a bajo interés para la industria.
La asistencia de Estados Unidos tuvo objetivos políticos y económicos: detener el posible avance del comunismo y recuperar Europa como un mercado en el cual colocar su producción. 
El Plan fue aceptado por dieciséis países, para 1952 la producción industrial de Europa Occidental era un 35% superior a la de antes de la guerra.  No obstante, algunos sectores políticos de izquierda criticaron el plan de asistencia financiera por considerarlo como parte de una política de “expansión imperialista”. 

La expansión económica capitalista
A partir de la posguerra la mayoría de los países capitalistas industrializados vivieron una fuerte expansión económica. La industria estadounidense mantuvo el ritmo de crecimiento experimentado  desde la Segunda Guerra Mundial, mientras que los países industrializados de Europa Occidental y Japón reconstruyeron sus economías e incrementaron los niveles de producción e inversión.
No obstante, las poblaciones de los países de Asia, África y América Latina no gozaron de los beneficios de la expansión económica. Se fue estableciendo una brecha cada vez mayor entre la prosperidad de los países del “primer mundo” y la realidad social de pobreza y marginación de los habitantes de los países periféricos del “tercer mundo”.
La expansión económica capitalista se basó en la consolidación de empresas transnacionales que controlaron la producción y el intercambio comercial en forma monopólica. Estas grandes corporaciones de capitales estadounidenses en su mayoría, expandieron sus negocios hacia todos los continentes a través de “filiales”. Las principales inversiones de estas empresas se localizaron en los sectores automotriz, petrolero y bancario.
Al mismo tiempo la actividad industrial se orientó hacia la producción en gran escala de bienes y servicios  destinados al consumo de masas, por ejemplo en las sociedades industrializadas se incrementó la demanda de automóviles, bicicletas, indumentaria, electrodomésticos, etc., la propaganda de la época intentaba asociar la imagen de la felicidad con la adquisición de artículos para el confort hogareño.

sábado, 3 de marzo de 2012

La Guerra Fría

La Guerra Fría

Este concepto designa esencialmente la larga y abierta rivalidad que enfrentó a EE.UU. y la Unión Soviética y sus respectivos aliados tras la segunda guerra mundial. Este conflicto fue la clave de las relaciones internacionales mundiales durante casi medio siglo y se libró en los frentes político, económica y propagandístico, pero solo de forma muy limitada en el frente militar.
El motivo de que la "guerra fría" no se convirtiera en "caliente" fue la aparición del arma nuclear. Antes de la bomba, la guerra era, como afirmó Clausewitz, la continuación de la política por otros medios, tras Hiroshima, la confrontación directa entre las potencias llevaba a la catástrofe general.
Los crecientes arsenales nucleares que las superpotencias fueron acumulando impidieron una guerra directa que nadie hubiera ganado, sin embargo, EE.UU. y la URSS y sus aliados utilizaron la intimidación, la propaganda, la subversión, la guerra local mediante aliados interpuestos...
Iniciada de forma clara y definitiva en 1947, tras un rápido proceso de deterioro en las relaciones de los antiguos aliados, la guerra fría alcanzó su cenit en 1948–53. Tras diversos períodos de distensión y enfrentamiento, la llegada de Gorbachov al poder en la URSS desencadenó un proceso que culminará con la desintegración de la URSS en 1991. La guerra fría había concluido.



 “La guerra no consiste sólo en batallas, o en la acción de luchar sino que es un lapso de tiempo durante el cual la voluntad de entrar en combate es suficientemente conocida” (Hobbes, capítulo 13) La guerra fría entre Estados Unidos y la URSS fue un periodo de tiempo con esas características. Generaciones enteras crecieron bajo la amenaza de un conflicto nuclear global que, tal como creían muchos, podía estallar en cualquier momento y arrasar a la humanidad. La singularidad de la guerra fría estribaba en que, objetivamente hablando, no había ningún peligro inminente de guerra mundial. Más aun: pese a la retórica apocalíptica de ambos bandos, sobre todo del lado norteamericano, los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global de fuerzas establecido al final de la segunda guerra mundial. La URSS dominaba o ejercía una influencia preponderante en una parte del globo: la zona ocupada por el ejército rojo y otras fuerzas armadas comunistas al final de la guerra, sin intentar extender más allá su esfera de influencia por la fuerza de las armas. Los Estados Unidos controlaban y dominaban el resto del mundo capitalista, además del hemisferio occidental y los océanos, asumiendo los restos de la vieja hegemonía imperial de las antiguas potencias coloniales. En contrapartida, no intervenían en la zona aceptada como hegemonía soviética La delimitación de influencias estaba clara en Europa y en Japón… La disputa por la influencia se manifestaría en los antiguos imperios coloniales, que para1945, en el caso de Asia ya se avizoraban síntomas de desintegración. Como la orientación futura de los nuevos estados poscoloniales no estaba clara, fue en esta zona donde las dos superpotencias siguieron compitiendo en busca de apoyo e influencia durante toda la guerra fría, allí era donde resultaban más probables los conflictos armados que acabaron por estallar (Corea y Vietnam son los más característicos) … La paz se mantuvo durante la guerra fría porque a pesar de la retórica utilizada por ambas parte, ninguna de ellas estaba dispuesta a llegar al enfrentamiento directo, por tanto, una de las premisas durante este periodo era que la coexistencia pacífica entre ambas potencias era posible. … Como ejemplos claros de esta situación tenemos la Guerra de Corea en 1950-53 y la crisis de los misiles en Cuba en 1962. En ambos casos las partes no se arriesgaron a comenzar el enfrentamiento directo porque conocían los riesgos que ello significaba. En el caso de Corea, Estados Unidos participó directamente, mientras que la URSS lo hizo de manera encubierta a través de los Chinos. Esa situación la sabían los norteamericanos, pero se mantuvo en secreto porque se dedujo que lo último que quería Moscú era un enfrentamiento abierto. En la crisis de los misiles en 1962 ambas partes retrocedieron y lograron salir del problema sin verse involucrados en la guerra directa. … La URSS aprendió durante la guerra fría que los llamamientos de Estados Unidos a “hacer retroceder al comunismo” no eran más que propaganda, ya que lo que primaba realmente era el respeto a la esfera de influencia soviética Una vez que la URSS se hizo con armas nucleares, atómica 1949, hidrógeno 1953, ambas superpotencias dejaron de utilizar la guerra como arma política en sus relaciones mutuas, pues era el equivalente a un pacto suicida. Sin embargo, ambas superpotencias se sirvieron de la amenaza nuclear… la confianza de que no se utilizarían parecía estar justificada, pero al precio de desquiciar los nervios de varias generaciones. El ejemplo más significativo es la crisis de los misiles cubanos.
 Hobsbawn, Eric, Historia del Siglo XX, Editorial Crítica, Buenos Aires, 1998. Página 229-233